naturaleza al Descubierto.

Telescopio y microscopio: Las lentes de la vida


Hace cuatrocientos años que Galileo Galilei, patricio florentino, tomó un juguete óptico y lo convirtió en el primer instrumento astronómico que modificaba el camino óptico seguido por la luz hasta llegar a nuestros ojos. Esta modificación del camino óptico supuso una magnificación de entre 18 y 20 veces. Con el telescopio Galileo logró minar la autoridad de los clásicos, modificar la metodología científica y abrir una brecha intelectual en la ciencia del medievo por donde entró, como una tromba, la revolución copernicana.

Sin embargo, desde el telescopio galileano hasta el Gran Telescopio Canarias, con 10,4 m de diámetro, ha habido numerosos cambios y, nos atreveríamos a decir, pequeñas revoluciones en tres aspectos fundamentales de los telescopios: la óptica, la montura y el detector. En esta charla haremos un pequeño viaje a lo largo de la historia, analizando la evolución del telescopio y haciendo una breve parada en aquellos hitos que jalonan su evolución.

Italianos y holandeses se disputan la paternidad del microscopio, aunque la hipótesis más probable es que fueran los Janssen, padre e hijo, sus inventores (1595). Un hito en la historia de la microscopía es el trabajo de Anton Van Leeuwenhoek, considerado el padre de la Microscopía y la Bacteriología, un comerciante holandés de mediados del siglo XVII que, sin formación científica y con microscopios simples de fabricación propia, describió por primera vez protozoos, bacterias, espermatozoides y glóbulos rojos.

Mejoras importantes de la óptica surgen de los trabajos de Carl Zeiss (S XIXXX). Alcanzado el límite teórico para los microscopios ópticos, aparece el primer microscopio electrónico, el de transmisión (Alemania, 1931), que utiliza un haz de electrones en lugar de luz para enfocar la muestra. Posteriormente aparecen microscopios de barrido (SEM), de iones en campo, de sonda de barrido, de efecto túnel, de fuerza atómica, virtuales, de antimateria...Un historia brillante para un instrumento que, como el telescopio, tuvo una desfavorable acogida, como cuenta Santiago Ramón y Cajal en su autobiografía: “Muchos, quizás la mayoría de los profesores de aquellos tiempos menospreciaban al microscopio, juzgándolo hasta perjudicial para el progreso de la Biología...”.