PEDRO J. GUTIERREZ.
Departamento del Sistema Solar. Instituto de Astrofísica de Andalucía. CSIC.

 

 

 

 

 

Investigación. TNOs.


Investigación.

Desde que se descubrió el primer objeto transneptuniano (TNO), en 1992, nuestra concepción sobre nuestro Sistema Solar ha cambiado. Actualmente, la distribución orbital de los TNOs "destierra" la idea de que nuestro Sistema Solar se vió afectado por el paso de una estrella cercana y "sugiere" que se formó en una configuración mucho más compacta que la actual. La migración de planetas, predicha hace algunos años, se despoja de contigencia y adquiere condición de necesaria en los modelos actuales. El descubrimiento de objetos transneptunianos nos ha hecho replantearnos (o quizás ¿plantearnos?) nuestro concepto de planeta, algo que por su carácter de hecho concreto (y, por tanto, ejemplo comprensible), debería hacer pensar (reividincando lo inductivo) a aquellos que afirman que del Sistema Solar "ya lo sabemos todo" (especialistas, generalmente, deductivos).

Parece existir consenso en que, inicialmente, el cinturón transneptuniano tuvo mucha más masa de la que estimamos que hay hoy en día. Se han planteado diversos escenarios para explicar esa falta de masa. Evidentemente, el primer planteamiento es que todavía no conocemos toda la población de objetos transneptunianos. Alternativamente, si ya conociésemos toda la masa de la región transneptuniana, se han propuesto 3 modelos diferentes. El primero sugiere que la masa desapareció durante su formación, por migración de partículas pequeñas hacia la parte interna del Sistema Solar. El segundo escenario "plantea" que la masa desapareció por colisiones entre los objetos transneptunianos. Finalmente, en el tercer escenario, se propone que la masa fue dispersada dinámicamente.

Al igual que ocurre con el resto de los cuerpos menores, el principal problema para describir la historia de la región transneptuniana (y poder definir los mecanimos que predominaron durante su formación y posterior evolución) es que no conocemos cómo es la estructura interna de los TNOs y cómo se comportan en las colisiones. A ello nos puede ayudar realizar un inventario de las características rotacionales de los objetos transneptunianos, línea que nuestro grupo está desarrollando [e.g. referencia, referencia].

Al día de hoy se conocen los parámetros rotacionales de poco más de 50 TNOs. Las medidas realizadas, aún sin significancia estadística, parecen indicar que tanto el período de rotación como la amplitud de las curvas de luz muestran una cierta correlación con el tamaño: rotan con mayor velocidad y mayor amplitud cuanto más pequeños son. Esta correlación se interpreta como muestra de una intensa actividad colisional lo que favorecería el segundo escenario de los mencionados anteriormente (o al menos, que las colisiones han jugado cierto papel en "dar forma" al cinturón transneptuniano). Sin embargo, dada la escasez de datos de los que disponemos, aún es pronto para establecer conclusiones definitivas y debemos seguir trabajando por aumentar la base de datos de parámetros rotacionales conocidos.