Clima y protocolos: la que se nos venía encima.

Hemos utilizado un modelo global 3D del clima y química de la atmósfera para investigar qué hubiese ocurrido si los compuestos halógenos (CFC y semejantes) no se hubieran regulado por el Protocolo de Montreal a partir del 1987. Los resultados indican una reducción drástica de la capa de ozono a escala global hacia la mitad del siglo, con un contenido total de ozono en la estratosfera inferior a 100 unidades Dobson, unas tres veces menos que el contenido actual (220-450 U.D.) Esto habría sido desastroso para todos los ecosistemas terrestres, pues se hubieran visto expuestos a dosis de radiación ultravioleta similares a las del periodo precámbrico. Aparte del papel que juegan en la destrucción del ozono, los compuestos halógenos son potentes gases invernadero. De no haber sido regulados por el Protocolo de Montreal hubieran producido, hacia la segunda mitad del siglo, un aumento térmico comparable al del CO2, NO2 y metano juntos. Se calcula que, sin restricciones en el aumento de estos compuestos, el calentamiento global hubiera sido de más de 2ºC en el trópico, 4ºC en la Antártida y 6ºC en el Ártico; o sea, el doble de lo calculado en un escenario de aumento moderado del CO2.

Fecha: 
21/02/2013 - 19:00
Conferenciante: 
Rolando Garcia
Filiación: 
NCAR


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